Votar por el menos peor ?
¿ VOTAR POR EL MENOS PEOR ?
Es tan escasa la credibilidad de los candidatos de los partidos políticos y tan poca la exigencia ciudadana, que en cada elección ya es común escuchar al vecino, al amigo, al compañero de trabajo que votará por el “menos peor”, porque aunque de todos no se hace uno, alguno tiene que ganar y entonces a votar se ha dicho.
Tengamos un poco de memoria y no vayamos tan lejos, en las penúltimas elecciones para elegir alcalde de la capital de San Luis Potosí, ¿ Cuantas personas le dieron su voto a Victoria Labastida para que no ganara Jacobo Payán ? y en las pasadas elecciones, aunque el orden de los actores era a la inversa en términos partidistas, el fenómeno fue más o menos similar, muchos votaron por Mario García para que no ganara Alejandro Zapata.
Finalmente, en cualquiera de los dos escenarios quién perdió fue la ciudadanía. Con Payán, Zapata, Labastida o García las cosas no estarían nada mejor. Los partidos escogen “sus candidatos” y luego los exhiben como en un mercado para su venta, obviamente no son los productos que la gente necesita, pero como ya están ahí los termina comprando. Así es el sistema electoral porque la ciudadanía ha estado pasiva y es cuando los partidos aprovechan.
Obviamente lo que hizo Victoria Labastida fue un desfalco monumental de los recursos públicos, más de 700 millones de pesos como mero vapor, se esfumaron. Al día de hoy, ya en el ocaso de las administraciones del Gobernador Fernando Toranzo y del alcalde Mario García, la impunidad está más presente que nunca.
Han trascurrido casi 3 años de ese gigantesco atraco a los potosinos, pero la indignación se ha ido difuminando, la rabia se perdió, la tolerancia a la corrupción parece ser permitida, seguimos sin tener claro que cada peso que le roben al estado o al ayuntamiento no lo están robando a nosotros y lo peor, es que somos nosotros los que por años estaremos pagando ese terrible desfalco.
Otra frase muy mexicana dice : “En el mundo de los ciegos, el tuerto es rey”, la cual aplica perfectamente en el panorama electoral actual. Ya quedó claro que votar por el menos peor tampoco sirve de mucho, simplemente porque toda esa fauna que pertenece al mismo sistema electoral de partidos, tiene las mismas mañas, pero lamentablemente también comparten algo que hace un enorme daño al país: la impunidad.