Una barrera a la honestidad
Los partidos políticos conocidos como la “chiquillada” normalmente tienen varias cosas en común. Una de ellas es que llevan años secuestrados por una familia o por un grupúsculo de eternos vividores. Entre menos integrantes tengan en la cúpula más se pueden repartir.
En el caso concreto del partido verde a nivel nacional está señalado por no respetar sistemáticamente las leyes y por eso fue objeto de una enorme multa. Aquí en San Luis Potosí es una auténtica fábrica de abuso y corrupción entre familiares, compadres y cercanos. Ha sido un jugoso negocio para las familias que se han apoderado de este instituto político. Solo se van reciclando los actores pero las mañas y abusos son los mismos.
Agazapado como un lobo hambriento esperó Manuel Barrera el momento y le cobró cuentas pendientes a su antecesor Jorge Aurelio Álvarez aprovechando el terrible descrédito de este cuando se desempeñó como Diputado Local en la pasada legislatura y estuvo envuelto en varios casos de abusos y corrupción que finalmente hicieron que desde la dirigencia nacional le dieran el respaldo necesario para regresar a tomar el control del Verde en el estado de San Luis Potosí. Actualmente como el titiritero que maneja los hilos en el partido, Barrera ha replicado casi con exactitud los mismos vicios, abusos y corruptelas que su antecesor, obviamente respaldado por Cándido Ochoa.
El Partido Verde usa un engaño para hacerse pasar como un partido que no paga sueldos y que realmente no tiene empleados, intentan simular que quién participa en ese partido lo hace convencido de su militancia y por lo tanto no participa con el fin de obtener una remuneración. Al menos eso es lo que asegura en su sección de transparencia.
¿Pero qué es lo que sucede en la realidad? Es solo mera simulación y engaño, porque desde hace años finge no pagar sueldos pero paga miles y miles de pesos a sus integrantes por medio de facturas donde quienes integran la cúpula de ese partido simula dar asesorías, cursos y capacitaciones.
Actualmente un grupo ligado a Manuel Barrera ha cobrado fuertes cantidades simulando dar cursos, capacitaciones u ofreciendo servicios profesionales al partido.
De acuerdo al portal de transparencia aparece un grupo beneficiado mes tras mes pero destacan cinco personas encabezadas por Julio Govea Peralta que de febrero del 2015 a junio del 2017 se ha llevado más de dos millones de pesos supuestamente ofreciendo cursos de capacitación para desarrollar el liderazgo político de las mujeres.
José De Jesús García Sánchez ha cobrado más de 400 mil pesos por supuestos servicios administrativos y contables.
Christian Alexander Espinoza Valdez durante el 2016 cobró $155,740.00 por supuesta "asesoría en comunicación social" y en 2017 hasta el mes de junio ya lleva cobrados $66,000.00 por supuestos servicios profesionales de manejo de imagen y diseño en redes sociales. A su vez ha sido señalado por estar cobrando también en el Congreso del Estado y en la Auditoria Superior.
El exdiputado plurinominal Juan Daniel González ha cobrado más de 721 mil pesos por supuestos servicios de asesoría en organización institucional.
Y otro del club de los grandes beneficiados es el papá del Presidente del Partido, José Fernando Barrera Novelo, por supuestos servicios de asesoría en preparación de servicios financieros se llevó del partido verde en el lapso antes mencionado más de 395 mil pesos.
No cabe duda, que los partidos políticos se han convertido en jugosos negocios para quienes les gusta el dinero fácil que lamentablemente proviene de nuestros bolsillos. Urge poner un alto y acabar ya con estos abusos.