UASLP pretende arrendar terreno donado
"Millones en juego, principios en ruinas: la UASLP y su polémico arrendamiento"
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras aprobar el arrendamiento de un terreno ubicado en la cuarta sección de Lomas a la empresa Distribuidora VEM SA de CV. Originalmente, se especuló que el espacio sería destinado a la construcción de una plaza comercial, denominada Distrito Santa Fe. Sin embargo, el rector Alejandro Zermeño informó que el contrato, con una duración de 20 años, servirá para un proyecto deportivo que incluirá canchas, una cafetería y una tienda de materiales atléticos. Según las autoridades, los 3 millones de pesos anuales generados por esta renta se destinarán a becas estudiantiles.
Pero detrás de estas declaraciones, surgen graves cuestionamientos sobre la transparencia, la ética y la coherencia de la administración universitaria con los principios que deberían guiar su misión educativa.
¿Una universidad con fines de lucro?
El artículo 11, numeral V del estatuto orgánico de la UASLP, establece su carácter no lucrativo y su compromiso con la educación superior y media superior. Entonces, ¿por qué destinar un terreno que fue donado para fines educativos a un proyecto que persigue beneficios económicos?
Este terreno, cabe recordar, fue entregado a la universidad con el objetivo explícito de fortalecer su infraestructura educativa. Convertirlo en un espacio para fines comerciales y deportivos contradice no solo el espíritu de la donación, sino también los principios fundamentales de la institución. ¿Acaso la educación, eje rector de la universidad, ha pasado a un segundo plano frente a intereses económicos?
Un pasado de manejo cuestionable
La justificación del rector Zermeño se centra en la supuesta falta de recursos para construir nuevos espacios educativos. Sin embargo, esta explicación pierde fuerza cuando se examina el historial financiero reciente de la administración. En los últimos años, se han reportado presuntos desvíos de más de 20 millones de pesos provenientes del Fondo de Aportaciones Múltiples y otros recursos destinados a proyectos como el Geriátrico Universitario y los Laboratorios de Matehuala.
Además, el proyecto inconcluso de Ciudad Valles, que ha consumido más de 45 millones de pesos sin resultados visibles, evidencia un patrón preocupante: una gestión marcada por la ineficiencia, corrupción y la opacidad. En este contexto, ¿cómo confiar en que los 3 millones de pesos anuales derivados del arrendamiento cumplirán con su propósito de financiar becas?
Opacidad en el Contrato
Un elemento particularmente alarmante es la falta de transparencia en los términos del contrato de arrendamiento. Hasta ahora, el documento no ha sido divulgado públicamente, lo que alimenta la sospecha de que las condiciones pactadas podrían no ser tan beneficiosas como se ha anunciado.
El historial de irregularidades en el manejo de recursos en la UASLP obliga a preguntarse: ¿qué garantías existen de que los ingresos serán destinados exclusivamente al beneficio de los estudiantes? Sin un mecanismo claro de vigilancia, este acuerdo podría convertirse en otro ejemplo de recursos desviados hacia fines poco claros.
La pasividad de la comunidad universitaria
A pesar de la gravedad de estas decisiones, la reacción de la comunidad universitaria ha sido sorprendentemente tibia. Los estudiantes, quienes supuestamente serán los principales beneficiarios de estos ingresos, no han exigido explicaciones ni han cuestionado públicamente el acuerdo. Este silencio resulta desconcertante, especialmente cuando está en juego el futuro de una institución que pertenece a todos.
La apatía también alcanza a los académicos y trabajadores, quienes deberían asumir un rol activo en la defensa de los principios universitarios. En una universidad pública, el silencio es cómplice de la opacidad.
Urge transparencia
La UASLP tiene una deuda pendiente con la transparencia. Para garantizar que los ingresos generados por este contrato se destinen realmente a las becas prometidas, es indispensable que la comunidad universitaria exija:
• La publicación del contrato de arrendamiento.
• La creación de un mecanismo de vigilancia ciudadano.
• La rendición de cuentas periódica sobre el uso de los recursos.
Solo a través de la participación activa de estudiantes, académicos y trabajadores será posible que la universidad retome su camino hacia una administración honesta y alineada con su misión educativa y social.
Zermeño y su poca credibilidad
La UASLP enfrenta un momento crítico y el rector Zermeño sumido en una crisis. La desconfianza generada por decisiones como este arrendamiento, sumada a un historial de mala gestión financiera, amenaza con erosionar aún más su credibilidad.
La comunidad universitaria no puede permanecer indiferente. Es momento de exigir claridad, justicia y el cumplimiento de los principios que rigen a una institución pública que debería ser un faro de educación, no de controversias administrativas. La misión de formar a nuevas generaciones exige algo más que discursos: requiere integridad y responsabilidad.