Seis años sin auditoria
YA CUMPLEN SEIS AÑOS....pero sin auditoria.
Los Partidos Políticos Estatales además de ser los entes más opacos y cuya transparencia no existe, siguen de plácemes, ya que están festejando su sexto aniversario sin que puedan realizarse auditorias de las comprobaciones de sus millonarios gastos.
El Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de San Luis Potosí ( CEEPAC ) recibe mensualmente las comprobaciones de cada partido partido y se limita a realizar una revisión de los documentos, es decir, se realiza solo un trabajo de escritorio revisando que se cumplan diversas normas, como el RFC correcto, los montos bien especificados, etc...es decir, una labor de fiscalización.
Mensualmente los Partidos Políticos con registro estatal reciben más de 3 millones de pesos que al año suman 37.2 millones de pesos sin que los ciudadanos sepamos en que los utilizaron y peor aún, como fue que los utilizaron.
Pero viene la parte más interesante. Quien valida que los proveedores que se especifican realmente existan, quien valida que la aplicación de esos recursos realmente sea distribuidos como en papel se menciona ? Existes muchas vertientes que es elemental revisar en el campo y lo correcto es realizar mínimo una auditoria por año. Si en el Ceepac carece de recursos humanos para llevarlas a cabo, pueden realizarlas por despachos independientes y sin tonos partidistas para llevarlas a cabo.
Llama mucho la atención, que el Ceepac durante años ha sido tolerante con los Partidos Políticos, no aplica las sanciones que debería, no los vigila de una forma más detallada para evitar se haga mal uso de los recursos que provienen del bolsillo de todos los mexicanos y por lógica, de los potosinos.
Son favores que tiene que estar pagando su Consejero Presidente Martín Vázquez ? Los Partidos Políticos tienen secuestrado este instituto electoral ? Son preguntas que obligatoriamente le saltan a cualquier ciudadano y sin duda, darles dinero a manos llenas sin contar con auditorias rigurosas, es como darle un enorme refrigerador, lleno de jugosa carne a lobos hambrientos.