La herencia maldita ahora es verde

El mandatario de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, y su séquito han pasado tres años culpando de todos los males a la llamada "herencia maldita". Incluso aseguraron que sus responsables acabarían en la cárcel. Sin embargo, este discurso resulta hipócrita, ya que su administración y partido están llenos de figuras representativas de esa misma herencia que tanto critican.

Hemos documentado a numerosos personajes provenientes de ese pasado dañino que hoy están plenamente ligados al "gallardismo". Pero si algo faltaba, ahora se ha llegado al cinismo total. El presidente del Partido Verde en el estado, Ignacio Segura, "presumió" la incorporación de dos funcionarios del sexenio pasado ligados a Juan Manuel Carreras: Alberto Elías Sánchez y, nada más y nada menos, que uno de los mayores símbolos de la "herencia maldita": Alejandro Leal Tovías.

Alberto Elías Sánchez fue titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Regional (SEDESORE) y ha sido señalado como una pieza clave en el manejo de los apoyos sociales, ahora con el propósito de condicionar votos a favor del Partido Verde.

Alejandro Leal Tovías fue, en realidad, quien manejó el gobierno en el sexenio pasado. Desde la Secretaría General, ejerció el verdadero poder, desplazando al pusilánime Juan Manuel Carreras. Priista de vieja escuela, sabe cómo negociar su impunidad y, con total descaro, ahora se suma como operador del Partido Verde en San Luis Potosí.

Con esta maniobra, se sella la fusión entre la "herencia maldita jurásica" y la nueva "herencia maldita recargada" que representa la llamada "gallardía": una amalgama de corrupción, oportunismo y desgracia para San Luis Potosí.