El sexenio que hizo crecer la opacidad

28.06.2024 13:34

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido muy criticado por su manejo de la transparencia y la rendición de cuentas. A pesar de sus promesas de campaña para combatir la corrupción y aumentar la apertura del gobierno, varios informes indican que está ocurriendo lo contrario.
 

A pesar de sus múltiples promesas de campaña de erradicar la corrupción y abrir las puertas del gobierno a la ciudadanía, durante el actual sexenio lo que realmente ha sucedido, es que se revela una preocupante tendencia en la dirección contraria.
 

Uno de los señalamientos más graves a la actual administración es la debilitación del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Con este actuar se advierte que la administración de López Obrador ha socavado sistemáticamente al INAI, una institución vital para asegurar la transparencia gubernamental. Este desmantelamiento de los controles y equilibrios institucionales se percibe como un devastador retroceso para la gobernanza democrática en México.
 

Además, durante el mandato de López Obrador, se ha producido una alarmante caída en los estándares de transparencia y acceso a datos abiertos.
 

Esta regresión se ha manifestado en una drástica reducción de la disponibilidad de información pública y en obstáculos cada vez mayores para acceder a los datos gubernamentales. Esta declinación se interpreta como una maniobra estratégica para consolidar el poder y blindar a la administración contra el escrutinio.
 

La retórica incendiaria de López Obrador contra los mecanismos de transparencia también ha encendido las alarmas. Sus frecuentes descalificaciones de los órganos de supervisión independientes como innecesarios o perturbadores contribuyen a una cultura donde la transparencia es despreciada y desvalorizada.
 

En resumen, aunque la administración de López Obrador ha logrado avances en ciertos ámbitos, su enfoque general hacia la transparencia y la rendición de cuentas representa una dolorosa marcha atrás respecto a los progresos alcanzados en años anteriores. Esta tendencia erosiona la confianza pública y obstaculiza los esfuerzos por construir una sociedad más abierta y democrática en México.