El oscuro rector, Alejandro Zermeño

25.11.2024 14:33

La ciudadanía merecía conocer que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) firmó un contrato con la empresa Distribuidora Vem para arrendar terrenos universitarios por 20 años. Sin embargo, el rector Alejandro Zermeño, conocido por su opacidad, mantuvo el acuerdo en secreto. Fue gracias al trabajo del periodista Carlos Rubio, del medio Astrolabio Digital, que se destapó esta situación.

Según información proporcionada por la propia UASLP, se recibirían 250 mil pesos mensuales por el arrendamiento, lo que equivale a 3 millones de pesos anuales, fondos que supuestamente serían destinados a becas estudiantiles. No obstante, el problema radica en que la universidad ha mostrado una negativa sistemática a rendir cuentas sobre los recursos propios que genera. Incluso ha promovido amparos judiciales para evitar auditorías, recursos legales que, por cierto, perdió y ahora está obligada a transparentar. La pregunta es inevitable: ¿por qué el rector Zermeño se resiste a que los recursos sean auditados? La respuesta es sencilla: cuando algo se oculta, generalmente es porque se están haciendo mal las cosas.

El terreno en cuestión, propiedad de la UASLP, cuenta con una superficie superior a los 60 mil metros cuadrados y está destinado a convertirse en el complejo comercial denominado "Distrito Santa Fe". Este proyecto incluye la construcción de una tienda departamental, la instalación de una sucursal de la cadena deportiva Decathlon y un espacio recreativo llamado Playgarden, que abarcaría 3,384 metros cuadrados. Además, se contempla un espacio para una agencia BMW y dos estacionamientos de dos niveles cada uno.

Este caso, cargado de polémica, se torna aún más turbio cuando se revisan las versiones ofrecidas por las partes involucradas. Aunque el Consejo Directivo Universitario (CDU) dio su visto bueno al proyecto, la información difundida por la empresa responsable dista mucho de las declaraciones de Zermeño. El rector ha insistido en que el propósito del proyecto es ser un "club deportivo" y no un "centro comercial". De ser lo contrario, se violarían las condiciones aprobadas por el propio CDU y el contrato de arrendamiento quedaría en riesgo. Este contrato, por cierto, sigue siendo un misterio, ya que el rector se niega a hacerlo público.

La gestión de Alejandro Zermeño parece estar rodeada de inconsistencias y falta de transparencia. Con cada nueva revelación, surgen más preguntas sobre lo que realmente se esconde detrás de este lucrativo negocio. Sin duda, el escándalo apenas comienza, y lo que está en juego no solo es el prestigio de la universidad, sino la confianza de la comunidad en sus autoridades.