El derrumbe del PRI

11.07.2024 13:05

El derrumbe del PRI en 2024: un partido agonizante.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) atraviesa una de las peores crisis de su historia. El partido que alguna vez dominó la política mexicana se enfrenta a un futuro incierto, marcado por la pérdida masiva de votos en las elecciones de junio de 2024 y el creciente descontento interno. Este colapso no solo es un golpe a su relevancia política, sino también un reflejo de la profunda desconfianza que muchos ciudadanos sienten hacia sus dirigentes.

 

La caída estrepitosa
En las elecciones presidenciales de 2012, el PRI, con Enrique Peña Nieto como candidato, obtuvo 16,231,456 votos. En comparación, en 2024, solo consiguió 5,736,759 votos, una caída del 64.66%.
En 2018, con José Antonio Meade como candidato, alcanzó 7,677,180 votos (13.56% del total), pero en 2024 esta cifra disminuyó en casi dos millones de votos, reflejando una reducción del 25%.

 

En el caso de San Luis Potosí, para tener un ejemplo más claro de este derrumbe, de tener ocho diputados locales en 2009, ahora quince años después solo contará con dos en la nueva legislatura que entrará en septiembre de este 2024 y serán plurinominales.
 

Esta pérdida de votos es un claro indicativo del descontento y la desilusión de los ciudadanos con el partido, exacerbada por años de escándalos de corrupción y una falta de renovación en su liderazgo.
 

Críticas a Alejandro Moreno Cárdenas
Alejandro "Alito" Moreno Cárdenas, actual presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ha sido blanco de severas críticas. En una reciente asamblea nacional, Moreno lanzó indirectas a sus detractores dentro del partido, tratando de desviar la atención de las profundas fracturas internas. Además, Moreno ha sido acusado de promover una "campaña negra" en su contra, lo que ha generado aún más división y descontento entre los miembros del PRI.
Muy similar también a lo que sucede con la dirigente estatal de San Luis Potosí Sara Rocha Medina, que a pesar de estar viendo la catástrofe de su partido, se aferra a una negación y cree en un panorama alentador que solo ella percibe.

 

Un partido en descomposición
Las críticas internas no han cesado. Expresidentes del PRI, organizaciones y dirigencias estatales han manifestado su oposición a la gestión de Moreno, acusándolo de llevar al partido al borde del abismo. La pérdida de espacios en el Congreso y la disminución de su influencia legislativa son prueba de esta debacle. A pesar de los intentos de reforma y las llamadas a la unidad, el PRI parece estar atrapado en un ciclo de autodestrucción.

 

El final se acerca
El PRI está en una encrucijada. Con un liderazgo cuestionado y una base de apoyo en constante disminución, el futuro del partido es incierto. La transformación radical que algunos proponen parece más necesaria que nunca, pero la pregunta sigue siendo si el PRI podrá adaptarse y sobrevivir en un panorama político que ya no le es favorable. La historia está por juzgar si este partido, alguna vez todopoderoso, podrá reinventarse o si su final está escrito en los anales de la política mexicana.