Diputados con los sueldos más altos entre los tres poderes de SLP
El Congreso del Estado de San Luis Potosí sigue siendo un sumidero de recursos públicos, y sus integrantes continúan justificando su derroche con argumentos que rayan en lo absurdo. Recientemente, el diputado panista Rubén Guajardo intentó minimizar el escándalo por el excesivo gasto legislativo al hacer una comparación insostenible con el presupuesto de los otros poderes del estado. Según su lógica, si el Poder Ejecutivo y Judicial gastan más, entonces el despilfarro legislativo es irrelevante.
Esta postura no solo es engañosa, sino también completamente irresponsable. El Congreso no construye carreteras, no provee servicios públicos ni hospitales, y sin embargo, sus integrantes pretenden justificar un gasto desproporcionado para un poder que, en teoría, solo debería legislar y representar a la ciudadanía.
Pero vamos a tomarle la palabra al diputado Guajardo y a comparar datos concretos, con información pública extraída de la Plataforma Estatal de Transparencia. Eso sí, haremos comparaciones justas y directas, sin trucos ni cortinas de humo.
Comparativo de percepciones netas mensuales:
-Cada uno de los 27 diputados locales recibe un sueldo neto mensual de 97 mil 46 pesos.
-En contraste, el mandatario estatal Ricardo Gallardo Cardona percibe 34 mil 726 pesos, menos de la mitad de lo que cobra cualquier legislador.
-Los secretarios del gabinete estatal reciben 29 mil 498 pesos, lo que también representa menos de un tercio del sueldo de un diputado.
-Los magistrados y consejeros del Poder Judicial, responsables de impartir justicia en el estado, perciben 79 mil 901 pesos, una cifra que, aunque alta, sigue siendo inferior a la de los diputados.
-La oficial mayor y el coordinador de finanzas del Congreso reciben 58 mil 033 pesos, mientras que un juez de control y de tribunales de juicio oral del Poder Judicial, cuya responsabilidad implica decisiones que afectan directamente la vida de las personas, recibe 52 mil 158 pesos al mes.
Es indignante que los diputados, cuya productividad y compromiso con la ciudadanía son constantemente cuestionados, se embolsen sumas tan elevadas mientras que los funcionarios que realmente tienen un impacto directo en la vida de los ciudadanos ganan considerablemente menos.
El Congreso de San Luis Potosí no solo sangra las finanzas públicas con sueldos obscenos, sino que también se escuda en comparaciones insostenibles para justificar su excesivo gasto. Es hora de que los ciudadanos exijamo una rendición de cuentas real y transparente, porque la opulencia en la que viven los legisladores a costa del erario es una afrenta directa a la población potosina.