Con Carreras estancada la transparencia, con Gallardo retrocede.
Difíciles momentos son los que atraviesa la transparencia y acceso a la información pública en San Luis Potosí.
En el caso del Gobierno Estatal encabezado por Juan Manuel Carreras, la situación es exactamente igual a la heredada por su antecesor Fernando Toranzo. Estancada, sin el minimo avance que busque hacer trasparentes las compras y adquisiciones y tampoco en la información que debe tener al alcance cualquier ciudadano.
No ha cambiado nada, es el mismo portal de transparencia solo cambiaron las fotografías, pero es exactamente igual a la que dejó Toranzo, impractica, laberíntica y nada amigable con el usuario, creada precisamente para desalentar que la ciudadanía busque información.
Las compras y adquisiciones siguen llevándose a cabo con la misma opacidad, las mismas mañas y los trucos legaloides para seguir asignando millones de pesos a los mismos proveedores, con precios inflados, sobrefacturados y sin transparencia. Se puede decir que las cosas están tal cual las dejó el gobierno anterior.
En el ayuntamiento de la capital potosina, que ha sido saqueada terriblemente administración tras administración, las cosas están en focos rojos, ya que el tema de transparencia es algo que les incomoda y produce un terrible terror.
Nunca imaginamos que pudiera retrocederse en este tema, debido a que las administraciones de Victoria Labastida y Mario García fueron opacas en muchos rubros. Pero insistimos, cuando pensamos que no podía suceder algo peor, vino un terrible retroceso en este tema y tan solo en unos meses de la administración que encabeza Ricardo Gallardo se han dado golpes brutales a la transparencia.
Se realizan compras sin transparencia, asignaciones a proveedores que no aparecen usando el mismo estilo heredado del gobierno de Toranzo, no licitar, utilizar aspectos legaloides para justificar estas nada éticas adquisiciones, esconder la plantilla y los ingresos de los empleados municipales, reservar y encajonar contratos que deben ser públicos, caídas constantes de su portal web donde no se publica información que por ley debe estar accesible, son el peor ejemplo nacional al cobrar 36 pesos por cada copia que se solicite por transparencia cuando en los demás lugares se cobran setena centavos.
En conclusión, estamos pasando por días oscuros en el tema de la transparencia, de la rendición de cuentas, de un ocultamiento sistemático del uso de los recursos públicos, que por ley deben estar al alcance del mandante, que es quién con el producto de su esfuerzo los paga mediante múltiples formas de impuestos.
Cuando se pensaba que las cosas ya no podían estar peor, alarmantemente estamos comprobando no solo se quedó estancada la transparencia, si no que retrocedió. Un terrible efecto cangrejo invade San Luis Potosí.