Por lo anterior, los abajo firmantes hacemos, a través de Usted, una atenta solicitud a ese organismo electoral para que en sus campañas de promoción del voto, con miras a las elecciones del próximo 7 de junio, se privilegien los siguientes puntos:
1. Las opciones para la elección no se agotan en los candidatos con registro (sean de partidos o independientes), por lo que es necesario explicar ampliamente la forma en que se puede utilizar el recuadro para candidatos no registrados, que aparece en las boletas.
2. La promoción de una verdadera participación de la ciudadanía requiere un esfuerzo amplio y demostrable del organismo electoral por allegar a los electores información suficiente y de calidad para que tenga los elementos necesarios para tomar su decisión: pedimos la difusión de las plataformas electorales que los partidos presentan como requisito para registrar a sus candidatos que no queden como un mero requisito, y que los electores tengan la información para un voto razonado.
3. El cómputo de los votos debe ser escrupuloso para la defensa de la voluntad ciudadana. En consecuencia, los programas de capacitación para los funcionarios de casilla deben ser precisos en que el voto por candidatos no registrados no anula el voto, sino que debe ser computado como parte de la votación válida, de acuerdo al inciso b) del artículo 6° de la Ley Electoral del Estado.
Consideramos que el sólo uso del recuadro para candidatos no registrados representa en sí mismo una manifestación de la voluntad del elector en la que opta por descartar las ofertas de los candidatos con registro como una opción, lo que constituye en una postura real que exige a los partidos mejorar sus ofertas por no cubrir sus expectativas, ante lo que se manifiestan por un personaje distinto a quien consideran con un mejor perfil para el cargo en juego.
Exhortamos a todos los integrantes de ese Consejo a que conviertan el proceso electoral en un verdadero instrumento para que la voluntad ciudadana se manifieste, y las elecciones dejen de ser un mero acto simulado en el que los políticos, agrupados en sus camarillas llamadas partidos, encuentran elementos de legitimación para continuar tomando como botín la administración pública.
Ser consejero electoral no es una distinción para servir a los intereses de los partidos, sino una representación que los compromete a atender los intereses ciudadanos, lo que exige de su actuación una verdadera convicción en favor de la democracia, que no se agota en los partidos, sino que se alimenta de la voluntad de los electores. Ustedes tienen la responsabilidad en la defensa de los derechos de la ciudadanía.
Atentamente
Héctor Blanco Cedillo.
Guillermo Pizzuto Zamanillo.
Hugo Antonio Morales Yáñez.
Alfredo Lujambio Rafols.
Alfredo Lujambio Cataño.
Luis Antonio Vilet Compeán.
( Firnas )