Calolo, rebelde para su causa
En política nada debe asombrarnos y entre la partidocracia pueden ocurrir cientos de sucesos inesperados que bien envidiaría el gran novelista de ficción Julio Verne.
De un día para otro pueden cambiar dramáticamente los guiones y la política potosina lo ha vivido en tiempos recientes.
Hace unos meses nadie hubiera imaginado que Ricardo Gallardo terminaría su carrera política inmediata y que un Priísta de toda la vida, un expresidente del partido tricolor, un excandidato perdedor a la alcaldía capitalina hace años, un diputado plurinominal que defendió a muerte todas las tropelías y abusos de Fernando Toranzo y un enemigo de las ideas izquierdistas, apareciera como candidato a gobernador por el PRD, el PT y por el Partido de la familia Vera.
Fernando Pérez Espinoza “Calolo” juega muy bien su propio juego, sigue su instinto que es buscar el poder por el poder a como sea, un rebelde pero de su propia causa. Es un excelente “político” porque busca quedar bien con todo mundo, que es capaz de mandarle flores hasta a sus oponentes.
Ya no son tiempos de ética, de principios, de ideologías, ahora es época de llegar al poder a como de lugar, aunque en un propio partido político se puedan ver juntos a personajes que hace días parecían antagónicos.
El famoso “Calolo” es en sí, todo un estuche de artimañas, un cumulo de vicios engendrados por el PRI, reprobado en democracia y un soldado del sistema que hoy finge ser un insurgente que se levanta con la izquierda. No renuncia al tricolor y allá tampoco lo han corrido, buen momento para jugar doble.
Este priísta de toda la vida, nada tiene que ver con la verdadera ciudadanía, de forma convenenciera quiere hipócritamente utilizar el concepto “Calolo Ciudadano”, que fácil para este tipo de políticos es desligarse de la partidocracia.
Como vemos las cosas, será igual de descarado que Elias Dip Ramé que hace dos elecciones para gobernador, al no ser escogido por el PRI, se fue como candidato por el PRD y hace unos meses apareció muy comodino otra vez en la palestra, como precandidato a gobernador pero otra vez por el partido tricolor, argumentando que él siempre ha sido priísta.
Fernando Pérez tiene claro lo que él quiere y es capaz de hacer cualquier cosa para lograrlo, su capacidad histriónica es digna de varios oscares, pero el solo podrá engañar a los incautos que lo acaban de conocer.