Calígula y Gallardo: Preocupantes similitudes.
Calígula fue el tercer emperador romano, pasó a la historia como sinónimo del despotismo, la crueldad y la extravagancia.
Su ascensión al poder tras la muerte de Tiberio, en el año 37, fue muy bien acogida al inicio por el pueblo. Parece ser que los primeros meses de su reinado fueron óptimos, según el punto de vista de los historiadores ya que se supo ganar la simpatía de la plebe, bajando los impuestos y organizando espectáculos de gladiadores y juegos en el circo romano.
Para tener entretenido al pueblo y se olvidara de los temas importantes organizó grandes espectáculos circenses.
Era ególatra y narcisista, impulsaba una divinización en vida y quería ser tratado como un Dios. Calígula ocasionó una rebelión en Judea, al erigir en el templo de Jerusalén una estatua en la que él aparecía como un Dios, y exigía a los judíos que le adorasen. ( Algo así como mandarse hacer hoy un calendario con su imagen mes con mes o crear perfiles en redes sociales para adularlo y manejarle una imagen con de un rock star en sus eventos con la gente).
Las cosas cambiaron de manera dramática cuando empezó a dar muestras de un carácter autoritario y de unos modos que lo acercaban más a las formas de gobierno de las monarquías orientales que a las apariencias republicanas del Imperio.
Solo bastaron cuatro años para que las arcas del Imperio Romano se vaciaran ante tanto derroche.
Fue eliminando senadores que se oponían a su forma de actuar para apoderarse de sus posesiones. Fue forjando un reinado de terror y sangre en torno a su figura, que se fue acrecentando con los años
Adoraba tanto a su caballo Incitatus que enloquecido lo nombró “Consul”
Una nueva conspiración, organizada por su propia guardia, tuvo éxito el 24 de enero del año 41 y acabó con el emperador.
Cualquier similitud de la personalidad de Calígula con Ricardo Gallardo mandatario estatal de San Luis Potosí no es obra de la casualidad.