Ayuntamiento de SLP mantiene su herencia maldita en opacidad
Lamentablemente la opacidad es una grave herencia maldita que se vive en el Ayuntamiento de la capital de San Luis Potosí y en el Gobierno del Estado.
En esta publicación señalaremos lo que está haciendo la administración que encabeza el alcalde Enrique Galindo al replicar y mantener los vicios de su antecesor Xavier Nava Palacios.
A unos meses de concluir la pasada administración la directora de desarrollo urbano Patricia Rodríguez y el secretario general Sebastián Pérez le propusieron al alcalde Xavier Nava ocultar todo el padrón para evitar que la ciudadanía pudiera conocer a quien se le estaban entregando permisos para construir, traslados de dominio y quieres estaban adquiriendo predios, lo cual fue aprobado y se decidió reservar información que se mantenía accesible a la ciudadanía desde muchas administraciones anteriores.
Con ese acto de ocultamiento, se le niega a la ciudadanía poder conocer los actos de autoridad, poder verificar que los permisos otorgados sean correctos y correspondan al uso de suelo respectivo, así como conocer todo lo relacionado con un padrón que por ley debe ser público.
Enrique Galindo tenía pleno conocimiento de esta lamentable acción realizada con perversos fines de sus antecesores, pero en cuanto tomo protesta como alcalde no hizo nada al respecto y Joel Ramírez Díaz, actual director General de Gestión Territorial y Catastro ha decidido mantener la opacidad todo lo relacionado con el padrón catastral siguiendo los vicios heredados.
La irresponsable e inoperante Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública del Estado de San Luis Potosí (CEGAIP) a pesar de conocer sobre este ilegal acto no atiende el problema de fondo.
Existen diversos antecedentes en el país que han impedido que se reserve el padrón catastral tal como lo hizo el oscuro ayuntamiento de SLP, un ejemplo es lo sucedido en Michoacán donde el gobierno de Silvano Aureoles pretendía modificar la ley de transparencia para mantenerlo reservado, pero de inmediato el IFAI ahora Instituto Nacional de Transparencia combatió ante la Suprema Corte de la Nación este intento de opacidad, logrando así un triunfo para la transparencia. A diferencia de la CEGAIP aquí se mantiene omisa e irresponsable.