Agua pero condicionada
Las quejas de parte de ciudadanos de Soledad de Graciano Sánchez se han visto incrementadas, debido que los afectados argumentan que el plan de instalar purificadoras de agua potable en forma gratuita, es también utilizado con fines electorales, lo que pervierte todo intento positivo de este proyecto, ya que para continuar otorgándoles este servicio, son obligados para afiliarse el Partido de la Revolución Democrática ( PRD ).
Gente elementalmente de las colonias Quinta de la Hacienda, Rivas Guillén y San Antonio nos han estado haciendo llegar múltiples quejas donde aseguran que en un inicio se acercó gente del Ayuntamiento de Soledad para informarles que contarían con el servicio gratuito de agua en diferentes purificadoras que se instalarían en la ciudad. Al inicio, afirman que sí les fueron llenados sus garrafones en forma gratuita y sin condicionamientos, lo único que se requería era inscribirse en un padrón, presentando la credencial de elector que sirva como identificación y aproximadamente, se podían realizar 3 resurtidos sin problema.
Hasta aquí todo va bien y se podría reconocer como un buen programa del Ayuntamiento de Soledad, pero….siempre tiene que salir ese pero. El verdadero trasfondo ha empezado a flotar y vemos que está empapado con fines electorales. La verdadera intención es afiliar gente al partido del sol azteca y mantenerlos cautivos con este tipo de prebendas con dinero público.
Bien sabido es que el Consejo Electoral ( CEEPAC ) es una planta de ornato al servicio de los partidos políticos y que ha fallado en su responsabilidad de sancionar este y muchos actos que lesionan gravemente la democracia de nuestro estado.
Este es un fuerte llamado de atención para que nacionalmente se le pongan los ojos a San Luis y concretamente a Soledad, que por medio de este y otros programas han sido creados para obtener beneficios electorales. Aún es tiempo para que el Presidente Municipal, Ricardo Gallardo demuestre que se pueden usar los recursos públicos sin condicionamientos electorales.
Esto ha sido un mal ancestral de la clase política de nuestro país, creada por priístas, luego aplicada también por panistas y ahora corregida y aumentada por los perredistas.