¿Quién pagó los grupos musicales en la feria de Villa de Pozos?
Las Fiestas Patronales de Villa de Pozos: Tradición, opacidad y muchas dudas.
Las fiestas patronales de Villa de Pozos, en San Luis Potosí, son un evento cargado de significado cultural y espiritual que honra a San Francisco de Asís, el santo patrono del lugar. Este acontecimiento, que se celebra cada octubre, transforma la comunidad con un despliegue de color, música y tradiciones. Procesiones solemnes, misas religiosas, danzas típicas y actividades culturales dan vida a una festividad que también sirve como escaparate de la riqueza histórica de este pueblo. Sin embargo, este año, detrás de la algarabía, emergen sombras de duda que empañan su organización.
Una tradición entre luces y sombras
La organización de las fiestas patronales de Villa de Pozos generalmente está a cargo de un comité organizador conformado por miembros de la comunidad llamados mayordomos, en colaboración con el párroco local dedicada a San Francisco de Asís, con el apoyo económico de gente originaria de este lugar y radicados en el extranjero. Estos colaboradores gestionan desde las actividades religiosas hasta los costos de elementos tan vistosos como la quema de pólvora. Pero en 2024, el contexto cambió: la reciente creación del municipio de Villa de Pozos y la toma de posesión de sus autoridades alteraron la dinámica tradicional.
Mientras se afirmaba que los recursos para contratar a artistas, cuyos costos oscilan entre 150,000 y 300,000 pesos por presentación, y para alquilar escenarios (con precios diarios entre 40,000 y 60,000 pesos), provenían de donaciones, nadie sabe quién financió realmente estos gastos. Este vacío de información genera serias dudas.
¿Quién pagó la millonaria cifra para la presentación musical en la feria de Villa de Pozos y cambió de qué?
La falta de transparencia
Un detalle particularmente inquietante fue la declaración anticipada del mandatario estatal Ricardo Gallardo, quien negó categóricamente haber aportado recursos para el evento. Lo curioso es que nadie había señalado al gobierno estatal hasta ese momento. Más extraño aún resultó que los carteles promocionales de las fiestas lucieran el logotipo del Gobierno del Estado. ¿Por qué, si el ejecutivo negó participación alguna?
Además, la contratación de grupos como Zenda Norteña, Ángeles de Charly y Grupo Legítimo —actos que suelen agendarse con meses de antelación— sugiere que alguien asumió estos compromisos mucho antes de la reciente transición administrativa.
La urgencia de rendir cuentas
En un entorno donde las normas de transparencia son obligatorias, la falta de claridad sobre el origen de estos fondos es alarmante. Las autoridades del naciente municipio tienen la obligación de explicar quién financió estas fiestas y bajo qué condiciones. Sin respuestas claras, el evento que debería ser un motivo de orgullo cultural se convierte en un foco de suspicacias y especulaciones.
Villa de Pozos no solo celebra su historia y tradiciones; ahora, enfrenta el desafío de demostrar que puede gestionar su presente con la transparencia que merece su gente.