¿Para que aferrarse a tener una Casa de Gobierno ?
Este recinto que desde la justificación oficial, señala ser necesario porque ahí se llevan a cabo juntas de su gabinete, reuniones, eventos y audiencias que lleve a cabo el Gobierno del Estado se San Luis Potosí.
Estas actividades pueden desarrollarse sin problemas en sedes alternativas y en el mismo Palacio de Gobierno, el problema es que desde tiempos de Carlos Jonguitud se creó un lugar un lugar muy “intimo”, privado y lleno de lujos, para que la clase “política en el poder” esté alejada del populo, de la prole y de cualquier simple ciudadano.
Juan Manuel Carreras, nuevo “mandatario” está obligado a escuchar las voces y opiniones de todos lo que pensamos que no es justificable el seguir usando este lugar, que continuar haciéndolo es casi un insulto a los potosinos. No debe aferrarse, ni imponer sus ideas porque con Fernando Toranzo ya tuvimos suficiente.
Necedades como esta de mantener la Casa de Gobierno, le puede costar al actual gobernador, ir perdiendo parte de du capital político con el que apenas cuenta. La semana pasada, su homónimo el Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” hizo público que allá no será utilizada la Casa de Gobierno, ya que representa un lujo, un gasto innecesario y esto irrita a la sociedad.
A diferencia, Juan Manuel Carreras López este viernes 9 de octubre, se aferró de entrada a seguir utilizando la Casa de Gobierno aunque él y su familia no la habitarán según sus argumentos ante los cuestionamientos de varios reporteros.
Tan solo en gastos de mantenimiento que incluye la parte de las albercas, se destinan más de 3.5 millones de pesos al año, en comidas un millón de pesos y se pagan sueldos insultantes de un administrador de 30 mil pesos, de un auxiliar administrativo de 21 mil pesos, secretarias de 14 mil pesos y hasta de mozos y ayudantes de 9,600 pesos.
Al Gobernador se le pide ser congruente con sus propuestas de campaña, cumplir con una verdadera austeridad y deshacerse de inmediato de esta residencia innecesaria que nos cuesta a los potosinos más de 4 millones de pesos al año.
Los gastos que se esconden y nunca transparentan de este recinto son múltiples y variados, es otra forma de manejar mucho dinero sin rendir realmente cuentas. Ya es momento de terminar con esta simulación de tanta desconfianza genera entre la sociedad.
Si el Gobernador Carreras López se enterca y quiere imponer su decisión de seguir malgastando los recursos públicos en un recinto fácilmente sustituible, empezará a enfrentarse con la sociedad y sus diversos sectores que le piden congruencia. Perderá lo más por lo menos, una necedad que le traerá grandes dolores de cabeza.
Es momento, que escuche las voces de la gente, de la ciudadanía en general que le proponen alternativas y no solo tomar en cuenta la opinión de “funcionarios que le hablan al oído” y que le aconsejan mantener la Casa de Gobierno para seguir con sus múltiples fiestas privadas, disfrutar de los lujos y la comodidad que representa estar gozando del dinero que proviene del bolsillo de los potosinos.